En lenguaje vulgar, las células madre
son células que bajo condiciones adecuadas de manipulación, pueden ser
transformadas en células de distintos tipos debido a su capacidad de
dividirse sin pérdida de las propiedades que la constituyen y las
diferencias de otras células. Siendo entonces una fuente de regeneración
de las que se pierden día a día con el sólo hecho de respirar. La idea
es poder investigar más a fondo y usar este tipo de células madre para
crear sistemas que combinen chips de bioingeniería con las propiedades
de las células madre e intentar estimular procesos químicos y biológicos
para reparar o sanar determinados problemas en el cuerpo humano. Un
caso ejemplar sería el hito científico de recrear una médula espinal con células madre humanas, que por estas horas está rebotando en todas las revistas y medios de medicina.
Liderado por el bioingeniero James Hickman, los Investigadores de la
Universidad Central de Florida ha conseguido algo que si no se lo toma
con la premura de lo noticiable y se lo piensa en perspectiva, puede ser
uno de los avances del año. Ayudados también por la Universidad de
Brown (que colaboraron reuniendo muestras de células madre humanas en voluntarios), se han hecho de la atención de la medicina, la ciencia y los medios debido a que han
usado células madre para generar y hacer crecer uniones neuromusculares
que estarían entre las células musculares en humanos y las células de
la médula espinal. En estos radica una función vital para el
movimiento, pues son los conectores primordiales que utilizada el
cerebro para comunicarse y controlar los músculos de nuestro cuerpo.
Los científicos de la Universidad de Florida han usado células madre para generar y hacer crecer uniones neuromusculares que estarían entre las células musculares en humanos y las células de la médula espinal.
Semejante descubrimiento deja todo un halo de esperanza para aquellos
que sufren de condiciones que hasta ahora consideramos irreversibles por
los medios convencionales y actuales, como la que sufren los
parapléjicos, hemipléjicos y todos aquellos pacientes con lesiones en la
médula espinal debido a accidentes o a degeneraciones biológicas. No
hay que tomarlo con desinterés, este avance y los que podrían venir en
consecuencia, podría ser uno de los pilares de la medicina del futuro
basada en chips y en órganos artificiales. Lamentablemente, la
investigación con células madres podría
estar más desarrollada si no existieran trabazones desde distintos
grupos religiosos, pero aun así se las ingenia y demuestra otra vez que
su actividad –siempre con el ojo de los comités éticos sobre ella- sólo
apela a construir un mejor presente y un mejor futuro para el ser
humano.