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jueves, 3 de noviembre de 2011

Presentan "pantalla 3D sin gafas" de 200 pulgadas



En los primeros días de octubre se realizó la conferencia CEATEC, una especie de equivalente japonés del Consumer Electronics Show, que dicho sea de paso la edición 2012 se llevará a cabo entre el 10 y el 13 de enero. En la última edición de CEATEC se pudieron observar importantes avances, pero uno que captó la atención de los medios fue el que estuvo a cargo del Instituto Nacional de Información y Telecomunicaciones japonés y JVC Kenwood. La adopción de las pantallas 3D en los hogares sigue siendo muy lenta, citando a las gafas como una de las barreras principales. En general no hay mayores inconvenientes a la hora de usar gafas en el cine, pero cuando se trata de una experiencia personal, la historia es diferente. La asociación de JVC Kenwood y el instituto han dado como resultado una pantalla 3D autoestereoscópica, pero la novedad es que se trata de la pantalla más grande del mundo en este tipo.





La pantalla tiene un tamaño de 200 pulgadas, y permite visualizar contenido desde 57 ángulos diferentes (algo que podría hacerla calificar como pantalla multiscópica), gracias a la intervención de una igual cantidad de proyectores perfectamente calibrados para igualar los niveles de brillo, contraste y color a través de todos los puntos de visión. De acuerdo a sus desarrolladores, el rango visual de una pantalla convencional es de 180 grados, pero en esta súper-pantalla, el ángulo se ve reducido a solamente 13 grados. El peso de esta pantalla es de 500 kilogramos, pero ya están pensando en una versión más refinada, aumentando la cantidad de imágenes parallax de 57 a 200, e incrementando el área de visión.

Los responsables del proyecto han dicho que se encuentran trabajando en la captura de vídeo, pero aún no cuentan con resultados lo suficientemente elaborados como para presentarlos. De todas formas, aún no podemos comprar esto, y lo más razonable es que será necesario esperar un buen tiempo antes de que la tecnología sea simplificada a un nivel comercialmente atractivo. En el futuro tal vez veamos una versión con picoproyectores, reduciendo los requerimientos de espacio y consumo energético, aunque antes necesitaremos que la tecnología 3D gane mucho más terreno del que tiene hasta ahora.

Dynabook: Un iPad en 1968 (vídeo)


No hay dudas que los modernos ordenadores de mano, sobre todo aquellos más livianos y delgados, generalmente referidos como “tabletas” son extremadamente útiles. Permiten almacenar y transportar una buena cantidad de datos e información, y su potencia es suficiente como para poder ejecutar las aplicaciones de negocios u oficina más comunes. Este tipo de dispositivo también brinda acceso a internet -con todo lo que ello significa- y proporciona entretenimiento digital de todo tipo. Pero a pesar de que su introducción en el mercado es relativamente reciente, el concepto de este tipo de producto existe desde hace más de 40 años. Efectivamente, en 1968 un experto del MIT, especialista en temas como la programación orientada a objetos,  el diseño de sistemas de interfaz gráfica de usuario (o GUI, del inglés graphical user interface) y profesor adjunto en el Instituto Tecnológico de Massachusetts , llamado Alan Kay, presentó su “Dynabook”.



 Dynabook, Un iPad en 1968

El concepto de Dynabook fue creado unos dos años antes de que la posibilidad de utilizar ventanas, iconos y un raton fuese presentada al mundo en el Xerox PARC. Kay, que cargaba con una licenciatura en Matemáticas y Biología Molecular de la Universidad de Colorado, y con el grado de Maestro y Doctorado de la Universidad de Utah, quería un artefacto que sirviese para introducir a los más jóvenes -incluso a los niños pequeños- en el mundo digital. A pesar de que la informática personal aún estaba por llegar, Kay sabía que en el futuro cercano conocer a fondo las posibilidades que proporcionaba un ordenador sería fundamental para que la gente pudiese desenvolverse con soltura en el mundo que estaba llegando. Para ello desarrolló un prototipo llamado originalmente "Dynabook provisional", que incluía todos los elementos que hoy vemos en una GUI, con la ventaja adicional de poder utilizar y transportarse como lo podemos hacer con un pequeño cuaderno. En una época en la que un ordenador era un cacharro del tamaño de un refrigerador grande, la idea de Kay era absolutamente revolucionaria.


Kay ponía el foco del proyecto en el software  
Kay ponía el foco del proyecto en el software 

El componente de software del prototipo sería Smalltalk, un lenguaje de programación capaz de realizar tareas mediante la interacción de objetos virtuales, comunicándose entre si  mediante el envío de mensajes, dentro de un entorno también virtual. Smalltalk existe, y tomó un camino propio, separado del Dynabook. Desde el punto de vista conceptual, el Dynabook es el equivalente de un ordenador portátil o un tablet PC moderno, cuyo hardware -inexistente en esa época- era irrelevante. Kay ponía todo el foco del proyecto en el software y en la posibilidad de que pudiese ser utilizado con facilidad por cualquiera. El Dynabook debía encarnar las teorías de aprendizaje propuestas por Seymour Papert, quien había estudiado con el psicólogo Jean Piaget y acaba de inventar el lenguaje de programación Logo. 


Estaba pensando en la relación estética que la gente tiene con sus instrumentos musicales y una frase me vino a la mente: un instrumento cuya música son ideas.

Al referirse a los orígenes del Dynabook, Kay dice que “había diversas fuentes que confluyeron en la idea de Dynabook. Pero hubo un acontecimiento que catalizó mi pensamiento. En 1968, visité a Seymour Papert, en el laboratorio de la inteligencia artificial del MIT. Seymour trabajaba con niños, enseñándoles a utilizar el programa LOGO que habían diseñado allí. Aprendiendo a usar el programa y haciendo programación simple, los chicos podían aprender matemáticas de forma significativa y entender los fundamentos de algunas ideas matemáticas de gran alcance. Los ordenadores hicieron esto posible.” Y continúa: “Yo había estado trabajando en un ordenador personal a finales de los años 60. Pero a la vuelta de Cambridge, me di cuenta de que el ordenador personal era sólo una fase, y que lo que necesitábamos hacer era trabajar en un ordenador para niños. Para mí, el potencial de los ordenadores como ayuda en el aprendizaje era, en sí, una validación de los mismos. […] Cada vez mas, pensaba en el ordenador no ya como hardware y software sino como un medio para comunicar cosas importantes. Antes de verme implicado con los ordenadores yo me ganaba la vida como profesor de guitarra. Estaba pensando en la relación estética que la gente tiene con sus instrumentos musicales y una frase me vino a la mente: un instrumento cuya música son ideas.”



Muchas de las ideas propuestas para el Dynabook acabaron siendo utilizadas por Apple.  
Muchas de las ideas propuestas para el Dynabook acabaron siendo utilizadas por Apple. 

Muchas de las ideas propuestas para el Dynabook acabaron siendo utilizadas, mucho después, en el Apple Macintosh. Esto no es casualidad, ya que luego de haber pasado 10 años en Xerox, Kay trabajó en Apple Computer (a partir de 1984) hasta que Steve Jobs cerró el departamento de I+D. Según Kay, aunque el hardware necesario para crear un Dynabook existe desde hace bastante tiempo, el Dynabook realmente no se ha inventado todavía, porque el componente clave -el software y el plan de estudios adecuado- aún no se ha desarrollado. De alguna manera, tenemos una increíble potencia de cómputo al alcance de la mano, incluso por poco dinero, pero no hemos sido capaces de utilizarla para algo tan indispensable como la formación digital de nuestros niños. Sin dudas, Alan Kay y su Dynabook sentaron hace más de cuarenta años las bases de algo que aún no hemos logrado construir.

Robot araña de última tecnología



Así como otras grandes ramas de la ciencia, la tecnología de la robótica tiene como génesis no únicamente las fantasías realizadas por los directores y escritores de ciencia ficción, sino los acontecimientos tristes como ser las tragedias desatadas por los terremotos, tsunamis o erupciones volcánicas, entre otras catástrofes en las que tenemos mucha culpa, como en las guerras y en los desastres nucleares. En cualquiera de estas situaciones de emergencia, se dan situaciones en las que la buena voluntad humana para socorrer a los heridos y atrapados se ve limitada por cuestiones físicas o de riesgo vital, y aquí es donde los robots nos pueden dar la asistencia necesaria. Sobre robots que ayudan se ha escrito mucho y se han visto demostraciones de prototipos que hoy están disponibles y ayudando en este tipo de acontecimientos pero siempre estamos abiertos a ver más alternativas para acceder allí a donde el humano no puede, como es el caso de estos robots arañas impresos.

Los robot podrían ser muy ligeros, pero altamente resistentes en base a la adhesión de sus miembros. - Robot araña de última tecnología  
Los robot podrían ser muy ligeros, pero altamente resistentes en base a la adhesión de sus miembros.
 
Construidos por el Fraunhofer Institute, originario de Alemania pero con científicos e ingenieros de todo el mundo, este nuevo robot araña podría ser uno de los modelos más completos de robots asistenciales o de rescate en cuanto a cualidades de movimiento pensadas, especialmente, para accidentes químicos. Para dividir la importancia que tiene cada aspecto de su estructura, podríamos decir que un 25% de su habilidad para el rescate se origina en la agilidad que tiene dada la forma de sus ocho miembros articulados, que le permiten meterse tanto en estructuras tubulares como caminar por los techos. De hecho, algunos modelos de estos prototipos pueden hasta saltar con mecanismos hidráulicos. El segundo componente de su capacidad es la resistencia y los componentes de su cuerpo, que le permiten soportar temperaturas extremas, tanto en calor como en frío, además de humedad o derrames de líquidos.
El tercer aspecto es la operatividad remota de su movimiento, así como la utilización de sus sensores para detectar pérdidas y temperaturas junto a otros medidores. Este Robot Araña cuenta también con cámaras de vídeo con sonido que permiten tener una instantánea en tiempo real de la situación a kilómetros de distancia. Completando el porcentaje en el que hemos dividido su eficiencia está su relativo bajo costo posible en base a la construcción, perdón, impresión de sus componentes a través de finas capas de polímeros que guardan resistencia y flexibilidad en el justo balance. Esto último es un proyecto para la creación de los prototipos siguientes, pero no cabe duda que los investigadores han pensado en todo para que el del robot araña este sea un proyecto con posibilidades concretas de volverse una realidad. Una muy útil realidad.